domingo, 31 de mayo de 2009

RE... flexión

Dos veces tenemos que caernos, para poder aprender; varias veces queremos escuchar una explicación, para saber entender; mil veces pasamos por el mismo camino, para darnos cuenta de un pedacito de mundo que se encontraba escondido algún rincón inhóspito.

Dos letras también incitan a la vuelta. El RE-encuentro permite la cercanía típica de los recuerdos y el inevitable desenvolvimiento de la imaginación. En ese instante se RE-vuelven las ideas y se RE-habilita el corazón.

Es que solo esto puede pasar cuando se incide en el pecado irreversible de leer dos veces la misma frase plasmada en un segundo de impulso, toda vez que se haya multiplicado el sentimiento, sin importar el impacto de las notas con las que lucha la razón para motivar al corazón a sepultar una ciudad enorme, con edificaciones repletas de estrellas, de sueños, de pasión, de vida en conjunto y en paralelo…

El constante latido quiere, las ganas se tienen, de iniciar una conversación que se detenga en el tiempo y rompa espacios, de manera que se cree la atmósfera ideal para olvidarse del futuro y anclar los pasos en el pasado, permita la armonía perfecta entre la racionalidad, la emocionalidad y las ganas de amar… Y se niegue a pisar fuerte y a dejar huella, porque no quiere ser recuerdo, no quiere darse cuenta que su destino es ser olvido en cualquier conjugación verbal posible.

Todo está descubierto. Se corrobora el silencio, se anuncia el próximo tropiezo y se concluye en la incompatibilidad visible entre la ilegalidad y el compromiso. El miedo asecha, la profundidad de las letras se vuelve tosca, porque no recuerda cómo fluir en los dilemas que se presentan ante los nervios.

La inseguridad reina por instantes, la convicción plena en otros. “Estoy confundido” se da cuenta él. Ella, firme en su posición. Siempre mirada al frente, siempre llena de fuerzas… Aunque todo sea una fantasiosa historia poco creíble. Remitiría sus ideas a algún reducto de antojos que tuvo hace unas semanas, pero traspasar la puerta le espanta. Porque sabe que escribió la crónica más perfecta de un ciclo que se repite de vez en época… y esa estación del año se avecina, al parecer.

Los adjetivos que a él se le vienen a la mente, no son posibles incluirlos de una vez en el record de reproducciones de último minuto. Así que hay que esperar, a que las pulsaciones se ordenen y, por supuesto, el tiempo decida.


La coraza presiona el botón de “PLAY”.
El juego HA EMPEZADO.

9 comentarios:

L'Angelček dijo...

El hombre es el único animal que se tropieza dos vecez con el mismo obstáculo. Sin embargo, es la capacidad de reflexionar y ver qué nos hizo caer varias veces lo que nos diferencia de los animales.

Loved it, Marcy!

Cómo sobrevivir en el intento dijo...

te RE-quiero.

exquisito, as usuall.

RE-besos

LuzMa Quevedo dijo...

es sRe iniciar y Re caer, pero nunca darse por vencido! lo ame y no tengo mas palabras que eso!!! bello bello bello!!!

Aurelio dijo...

Cuán Marcy! Tus posts siempre son tan bien pensados y refrescantes...! :)

Anónimo dijo...

Hermoso Marcy,con una lírica tan espontánea como la tuya se podrían escribir mil versos, re...flexionar sobre la vida es interesante

Anónimo dijo...

Hermoso Marcy,con una lírica tan espontánea como la tuya se podrían escribir mil versos, re...flexionar sobre la vida es interesante. (L)

Anónimo dijo...

Es inevitable que sienta que es continuación de "Segundo cliché..."
Aquí todo es bonito, Mar.
Te quiero, con mareas altas o bajas.

SERVIA ODREMAN dijo...

Amo lo q escribes mi niña =) siempre hay algo en tus escritos que me llega pero demasiado... y es asi.. es inevitable sentir es qes una continuacion de " Segundo cliché..."
=)
XD

SERVIA ODREMAN.

Chesco dijo...

Me encanta leer tus post y ponerles nombres a los pronombres personales, así de alguna manera las historias las veo encajar perfectamente en mi vida.

Reincidir, reincidir, reincidir... la RAE me debe una ayuda: eliminar conjugaciones verbales que remitan a pasados indignos...

Un besazo desde mi paraguas!
Chesco.