sábado, 19 de diciembre de 2009

Hoy

Hoy me dijeron que tus manos estaban cansadas de coquetear con desconocidos. Que tus ojos parecían llenos de odio sin razón. Que en tu cuerpo tenías las marcas invisibles de un día clandestino. Y que tu forma de andar era cada vez más parecida a lo que te habías prohibido “para siempre”, tiempo atrás.

Hoy me recordaron que las decisiones radicales valen más que un sufrimiento eterno. Que el contacto diario duele cuando se quiere. Y que la vida continúa, sin dejar espacio a pensar en momentos sublimes del pasado.

Hoy supe que todas las profecías se habían cumplido. Que, poco a poco, el éxito se impregnaba del sabor del olvido. Y que, sin darte cuenta, te estabas quedando sin las personas que estuvieron siempre del lado de la verdad.

Hoy comprobé que el silencio vale más que una excusa. Que el tiempo florece en el pensamiento. Y que hay dos cortes de pensamiento, que nuestra gente aún sigue: la tuya y la mía.

¿Este será el juego, de ahora en adelante?

1 comentario:

SERVIA ODREMAN dijo...

wow!!! no tiene perdida... todo el texto me encanto... <3