Soy

Desde hace un año vengo llenando un bloc de notas que de vez en vez agrega, tacha y acomoda nombres en una lista infinita. Palabras que van desde el afecto más profundo, hasta la ira más detestable. Desde la obligación, hasta el sentimiento. Palabras que me van removiendo el espíritu desde el vientre y hasta la garganta. Que provocan movimiento de cuello uterino, de pelvis, de todas las entrañas. Palabras que abrazan y también abrasan. Silencios incomodos que provocan incertidumbres, de esos también hay. Hace un año aprendí que el miedo contra el lienzo en blanco se pierde comenzándolo a llenar de experiencias traducidas en lo que uno crea conveniente. Con lo que uno crea que signifique eso mezclando el abecedario.

Esa mixtura de ideas devino en desorden, en imprecisiones. Llena de mundo, de actividades, de problemas sociales, de insistencia, de falta de datos, de tiempo. Volvió mi vida debatible, indecisa, destestablemente predecible. De aquí pa’ llá. De allá pa’cá, como Juana La Cubana. Está como no quiero que esté.

Soy egoísta y no me esperé una nueva normalidad.

Soy humana y no quiero sentirme excluida.

Soy amante de las artes escénicas de mi país y el silencio duele cuando no es escuchado.

Soy cursi y no quiero que se burlen de mis trazos en el lienzo.

Soy yo y sé que lo lograré, pero me pregunto a qué precio.

Soy yo, cada vez más desnuda.

Soy yo y mi súper yo, no siempre tan grande como debería.

Soy yo.

Soy.