¿Y entonces? La vida...

…Y la vida nos volvió a encontrar. Y escribió un “sí” definitivo en nuestros corazones. Y nos regaló el tiempo, que nos obliga a pensar y a arrepentirnos. Pero también nos permite evolucionar y morirnos de ganas con la mirada.

Se supo incesante, fructífera, maravillosa. Nos interceptó con sus encantos de diva, de trascendente, de inmensa. Nos llevó por caminos opuestos y a la vez parecidos. Nos permitió a diario cumplir nuestros sueños. Nos convirtió en hombre y mujer: sinónimos de sexo y antónimos en universo.

Y te quise escribir una vez más con un sentido de pertenencia indiscutible. Y te colgué en mi blog, en mis mensajes de texto, y me divorcié del presente por un instante, para entregarme honesta a la inocencia que ya perdiste (y que quisiste recuperar para mí). Y me vi envuelta de rabia, de negación, de lujuria. Y tú de silencio. Del mismo pensamiento de siempre: del miedo.

Y recordé tu destreza con el foamy y mis cartas escritas en clase. Y entonces abrí un cuaderno que delató el cambio, con los millones de espacios libres para escribirte, por la flojera que ahora me dan las clases. Pero ya no hay rosado, no hay muñequitos, no existe la fantasía. Ahora te escribo de verde y con tachones, como un experimento de química.

Emerger del subsuelo en el día a día como dueña del mundo, y único habitante del planeta, me ha hecho crecer, formularme miles de preguntas sin pronta respuesta, y querer pisar fuerte en cada paso para encontrarme a mí misma…

Esto forma parte más de un "yo con yo" que un “tú con yo”… no hay premisas definitivas, aunque queramos establecerlas, no hay nervios que se igualen al escenario de dudas que se empeñó en delatarte y en hacerme huir…

No hay mejor respuesta que un beso y un “te quiero” dicho como antes, que desde hace tiempo está sepultado y con lagañas de olvido…

No hay mejor regalo que regalarte mis palabras llenas de rosetones en el pecho, antes de despedirnos “POR ÚLTIMA VEZ”…

¿Y AHORA?

¿Y ENTONCES?

Y ENTONCES, LA VIDA…